martes, 1 de enero de 2008

A OTRO PERRO CON ESE HUESO

Llega fin de año y todo el mundo se vuelve loco haciendo un balance de su trabajo, estudios y amores. Pensé bastante qué ha pasado con “mi vida a los veinte” en estos últimos días, especialmente después de terminar una relación de la cual pensé que jamás saldría sino herida. Pero lo hice y acá estoy, soltera nuevamente, preparando unas vacaciones que no contemplan al hombre que pensé jamás abandonaría.
No fue fácil patear a mi novio, menos en estas fechas, en las que estamos definitivamente rodeadas. Explicaciones sobran y el mucho es la palabra ad hoc a las circunstancias: muchas fiestas, muchos cumpleaños, muchos aniversarios. Musho calor, musha vida nocturna por ende MUCHÍSIMAS EXPLICACIONES.
Imposible zafarme, incluso, de la curiosidad de mi peluquero que me preguntó ¿Cómo va todo con el abogadito? Ese fue sólo el principio de mi pesadilla, más tarde, en el cumpleaños de mi abuelo el: ¿Y tu pololo?, ¿Cuánto llevan? y ¿Qué te regalo Jorge? Fueron el broche de la torta. UN REVERENDO CACHO coronado por el ¡QUÉ, CUÁNDO Y POR QUÉ! de mis interlocutores a mi respuesta de “terminamos hace algunos días”.
No faltan además los consejos que nadie pidió. A la gente que más queremos les importa un pepino nuestras pocas ganas de hablar del “tema”, “asunto” o “cuestión”. Porque ahí están todas, en su mayoría mujeres, analizando el problema, delante nuestro, como si no fuéramos las protagonistas. Todas, reunidas con un sólo propósito: desafiar al pasado, el presente y el futuro de la relación... en suposiciones son las mejores. En hipótesis inigualables y en destruir al sujeto que alguna vez nos llenó de flores, besos y canciones... Invencibles.
Amigas, primas, tías, abuelas y nuestro adorado amigo gay, reunidas (os) frente a nuestra querida MAMÁ (gran partner de nuestras tragedias y desgracias) que se encarga de hacer saber al mundo cómo nos sentimos.
Pero no, esta no es la parte más oscura... Nos enfrentamos a nuestros más grandes miedos cuando nos encontramos con alguno de nuestros ex, que ya aprendieron a vivir con la sensación de que la mujer que alguna vez estuvo entre sus brazos, disfruta en los de otro y es capaz de preguntar, ¿cómo va el pololeo? Ahí nos desmayamos... porque hasta ahí daba lo mismo incluso que tu peor enemiga se enterara de tu nuevo fracaso, pero que tu ex que ya te olvidó y hoy anda de la mano con una rubia teñida y con pantalones ajustados (y bastantes kilos menos que tú) te haga esa pregunta, definitivamente te devasta. Es increíble cómo son capaces de no disimular su sonrisa cuando escuchan: “No, estoy sola, no funcionó”.
“C est la vie, Pastora”, me dijo una amiga que está curada de espanto entre tanto llanto y siutiquería del último tiempo. Por ahora, sólo les digo a quien me lea, bienvenido 2008, bienvenidos nuevas historias de zorrullos (porque si hay algo que no faltan son ellos) que pueblen nuestras páginas.
Incluso, anoche, después de beber cinco o seis vasos de un licor desconocido para desconectarme un rato de mis miedos por no haber hecho lo correcto con Jorge Andrés, conocí a uno de esos que pensamos sólo existen en el imaginario colectivo. Se trataba de Felipe, soltero, 24 años. Típico estudiante ABC1, buen mozo, canchero... ¿inteligente? Lo dudo. Pillo sería la palabra que lo definiría. Me miró por alrededor de diez minutos antes de decidirse a acercarse a conversar. “Cómo puede estar una mujer como tú sola”, esas ocho palabras dieron paso a un ¿quieres bailar conmigo? y del baile (pues todo entra por la mirada y no soy tonta, dije sí, sin pensarlo) al “Ando buscando algo serio... quiero construir un mundo de a dos. Ya no es panorama pasar el fin de semana tomándome algo con mis amigos y estoy cansado de lidiar con locas de patio que quién sabe por qué tengo la mala suerte de siempre toparme”, señaló entre medio desafiante y medio seductor.
Lo miré de arriba a abajo, analicé sus movimientos, su mirada fija, su falseada seguridad, su estampa, sus ojos claros, sí, era una mezcla entre Gonzalo Valenzuela y Benjamín Vicuña (que me carga pero reconozco su arrastre entre las féminas) ... y lo dejé hablando solo, sin antes decirle, “a otro perro con ese hueso”. ¡FELIZ 2008!

miércoles, 26 de diciembre de 2007

¿DÓNDE QUEDÓ NUESTRO PRÍNCIPE AZUL?

Bruja, loca, enrollada, egoísta, despreocupada, absorbente, dominante, explosiva, indiferente, dura, frígida... A todas alguna vez nos han tratado así. Sin embargo, ¿qué sucede con ellos? ¿Por qué hemos reaccionado mal ante un “estoy cansado, hoy no? Sí, el denominado “sexo fuerte” también se equivoca y contribuye con sus mañas a nuestras niñerías. Aquí 10 indicadores de que algo en tu príncipe azul no anda bien:

1) Antes te llenaba el celular con mensajes de texto que caían en la cursilería... hoy, si tienes suerte, te escribe “buenas noches, que descanses”.

2)Podia estar con miles de pruebas y trabajos, sin embargo, prefería estudiar en el living de tu casa antes que pasar un fin de semana separados; hoy, el mismo que alguna vez te dijo "te amo", sentencia: “estoy muy atrasado, no alcanzo a ir y me preocupa esta prueba”. Así, corto y fome.

3)En los comienzos del idilio pasaba horas contigo, incluso te sentías ahogada, hoy desde que pisa la puerta de tu casa pone en cero el crónometro y mira, cada media hora, el reloj.

4)De un momento a otro aparecieron millones de reuniones con sus amigos (sí, los mismos que tú odias) a las cuales no puedes acompañarlo y que, por supuesto, tiene que ir. "Ellos son la familia que elegí para la vida" y "siempre me han apoyado" son frases que saldrán a colación en cada discusión.

5) Empieza a criticar tu forma de ser, actuar e incluso, las manías que antes lo volvían loco.

6) No se muestra tan cariñoso cuando están en grupos; le tratas de tomar la mano y él la aleja, te acercas para que te abrace y ni siquiera se inmuta. Olvídate de un beso en la boca, es de mala educación en público y sus amigos se sienten incómodos.

7) Empezó a ver con buenos ojos sus otras relaciones. Ya no eran “brujas” ni “locas” sino mujeres que lo hicieron feliz.

8) “Qué linda que estás” ya ni se escucha y tampoco se pone celoso si le hablas de algún ex que te llamó por teléfono o de tu idal al cine con un amigo. "Está bien, hay que ser independiente, no dejes nada por mí". CUAC.

9) No te llama con la misma frecuencia de antaño, si tienes suerte se acuerda que existes cinco minutos antes de acostarse.

10) Siempre tiene sueño, está cansado o le duele algo... y OJO que es precisamente cuando tiene que salir contigo.

*Si detectas 3 o más de estas características, prepárate, porque puede ser que tu galán te diga "no eres tú, soy yo".

viernes, 21 de diciembre de 2007

Colitas de chancho




Ni siquiera para príncipe azul. A Cristóbal simplemente no le daba.
Ahora, frente al fuego de mi triste chimenea, es cuando maldigo a todos los que pudieron advertirme de que algo en ese primo lejano no andaba bien. Pero nada. La Jose me vendió la idea del súper hombre y no hubo mujer que no exclamara entre media embobada y media perdida (por la estampa de C que hay que reconocer es fantástica): “Pastora, ¡tu pololo es un bom bom!”.
Está bien, no quiero faltar a la verdad; los primeros meses fueron maravillosos, el tipo me enamoraba día a día. Hacía todo lo que cualquier mujer hubiese querido y yo, encantada como estaba, lo acompañaba incluso los fines de semana a jugar fútbol. Sin embargo, como dice el dicho, lo que rápido empieza rápido termina. Y mi historia con Cristóbal no prosperó. ¿Por qué? “Diferencias en la forma de entender una relación” les diría él. Yo, estimadas amigas, les digo: “Excusas. Cuando uno ama no abandona”.
Y nosotros nos rendimos... así... “corto y fome”. Los primeros días después del “término del pololeo” fui rigurosa con el manual que nos habla de “Cómo actuar en los primeros 15 días de viudez”: Me conectaba a msn con la secreta esperanza de verlo online y que me hablara (yo jamás lo iba a hacer, por favor, eso sería rebajarme o mostrarme desesperada) o esperar a que escribiera algún mensaje en su nick que me indicara que estaba pensando en “nosotros” o me informara sobre qué estaba haciendo con su vida. Porque desconectarse de un día para otro con alguien con el que has compartido durante 80 días es fuerte. Más para mí que no he vivido relaciones largas.
Pero ellos son aún más inmaduros... porque además de esperar ese instante, nos deleitan con canciones en inglés que corremos a buscar en google para saber si la traducción habla de nosotras, mientras otras veces nos contentamos con un “se viene la pichanga”, “salí al supermercado” o “carrete donde el Longa” (sí, el siempre buen mozo mejor amigo que tan amoroso fue con nosotras). ¡Y qué rabia nos da! Porque sea lo que sea... pensamos: “cómo puede ser tan insensible”.
Algo así me pasó durante un par de meses después de que Cristóbal, mostrara, como todos, las garras. “Yo te dije que tenía algo raro”, me dijo la Rafa que siempre está de pájaro de mal agüero con mis pretendientes. “Sí, sí, sí... me acuerdo que me dijiste”, me limito a responder. Otra ilusión a la basura... otra historia para olvidar. Ni siquiera supe si amé a ese hombre que lo cuestionaba todo, que rompías mis bien estructurados esquemas y que construía mundos con sus palabras. Nos perdimos, “lo perdí” pensé en el minuto. Bah, ¡qué me importa!... “Lo comido y lo bailado no me lo quita nadie”. Y menos mi primo. Por lo demás me ahorré el que algún día me hijos me saquen en cara sus colitas de chancho.

sábado, 15 de diciembre de 2007

::Trío de tres cuerdas::

"Conmigo acostúmbrate a las sorpresas", me había dicho Cristobal esa tarde. Y qué más dulce que un hombre preocupado, que te conquista literalmente todos los días? Sé que no debo comparar, pero mi ex era de esos novios "dejados", a los que las fechas no les importaba, que siempre estaba cansado y que su panorama ideal consistía en estar acostado mirando el techo... y repetir: tengo sueño. Hoy, después de todo lo que ha pasado en mi vida, me encuentro con uno de esos caballeros en peligro de extinción que dice con poesía cada palabra. "Anda preparada para pasarlo bien, es lo único que te puedo adelantar". "Por supuesto que sí", le contesto mientras los ojos se me iluminan.Me pasó a buscar, puntual como siempre, y cuál fue mi sorpresa al enterarme de que me llevaría al Teatro Municipal... romántico, no? Después de deleitarnos con un "Claro de luna" y compartir con algunos amigos de él que estaban también allí, nos fuimos a comer algo. Y sobre el pololeo? Ni pistas.No podía llegar a la casa, a la universidad o a la reunión mensual con mis amigas del colegio (que juraban de guata que esto sucedería) sin llegar con mi declaración de principios materializada. Pero, ¿ realmente importa? Lo siento más cerca que cualquiera de los hombres con los que he estado y huelga decir que la mayoría de mis amigas anduvo mínimo un mes antes de que estos "zorrullos", como llamamos a los hombres con la Jose, le pusieran nombre a la relación. Llevo 10 días desde nuestro primer beso y ya estoy desesperada... a veces me siento un poco vieja.
PAREN EL MUNDO QUE ME QUIERO BAJAR

DÍA D

Hace tiempo que no estaba tan nerviosa... Cristobal no sólo conocería a mis papás sino que se quedaría almorzar con toda la familia! No me pregunten por qué, pero lo que más me estresa es lo que pueda pensar mi mamá del pololo de turno. Su opinión es fundamental... además, ya sabemos, más sabe el diablo por viejo... (y con el tiempo he aprendido que prefiero escucharla a que después me diga: tenía algo oscuro en la mirada, yo te dije María Pastora).Pero bueh, esta vez, no sólo sería el encuentro con el "yerno de invierno" (así lo bautizamos, primera vez que estoy in love en esta estación fría y fome de nuestra capital), sino que además, ES PARTE DE LA FAMILIA, sobrinos de mis padres, sangre de su sangre... Si esto fuera poco, Cristobal, no sólo no conoce a nadie de los Echenique... sino que su relación con su papá (primo de mi padre) es pésima.Sin embargo, los astros siguen de mi parte y se llevaron perfecto... para hacer todo más ameno, compartimos la preparación de la comida (todos en la cocina... mientras mi mamá interrogaba a Cristobal sobre todos los temas que se puedan imaginar: política, religión y sexo... no, eso no. No todavía. Y con mi papá tuvieron una onda muy especial... sentí que mi viejo se veía reflejado en este estudiante de derecho de 20 años menos. La comida estuvo riquísima y como suele pasar en mi familia, la conversación no faltó... después abandonamos al familión y nos relajamos con una de esas películas recién estrenadas...Es extraño, pero me parece como si lo conociera de toda la vida... hasta ahora, actúa como esos hombres que no quedan en la tierra, o por lo menos que sólo reconocemos en nuestros padres.Y hoy? Tiene una sorpresa para mí... mis amigas dicen que me va a pedir pololeo (llevamos tres semanas andando), otras que me va a llevar a conocer a su mal ponderado padre... ¿yo? No tengo idea, pero me encantaría que me mencionara las tres palabras mágicas. ¿Por qué tanto? Sí, soy una joven conservadora (aunque no lo demuestre frente a los demás) y me empiezo a sentir presionada con esto de no escucharlo decir: Quieres pololear conmigo?

::MI PRIMO Y YO::

Cuando Josefina llegó esa mañana a la universidad, no sabía cuánto iba a cambiar mi vida. Desde que entramos a la Universidad, hace un par de años, nos convertimos en las mejores amigas y nuestras historias son parte de la vida de la otra.Es la única con la que pude "rayar tranquila la papa" con nuestros ex, durante más de un año y medio. "Jose, me llamó", "Jose, es el amor de mi vida", "Jose, lo odio"... fueron algunas de las frases que más repetí durante el 2006.Precisamente porque me entiende... porque ha pasado lo mismo que yo. Cayó en las garras de un tipo como mi ex; Inseguro, engreído, trabajólico, dominante, inestable... dejándonos en la más absoluta paranoia respecto a cualquier relación. Ellos, los mismos que hoy odiamos, nos robaron el corazón y nos hicieron gastar una y mil palabras durante todo un año. Lo peor? Es que volvimos a caer, a pesar de prometernos de que no volveríamos con ellos. Sin embargo, este año empezó de manera distinta. El verano contribuyó a ellos y la desilusión también. Ninguna quería más guerra, y decidimos cerrar los capítulos. La Jose empezó a salir con un estudiante de derecho y yo, intenté por última vez la vuelta con mi pololo. Por supuesto no resultó, y después de tres meses... me di cuenta que no había cambiado en lo absoluto.La Jose por su parte estaba fascinada con su nuevo hombre: mino, simpático, inteligente... fueron las tres primeras palabras que escuché de su boca. "Hoy voy a salir de nuevo con él". No pensé en qué iba a terminar todo.Me llama pasada las tres de la mañana, "Pastora, este mino es de apellido Echenique", me dice una voz emocionada desde el otro lado de la línea."Le pregunté por ti, dice que no te conoce, pero que deben ser primos".¿Primos? No recordaba haber conocido a ningún "Cristobal Echenique" en mi vida. Me recorrí el árbol genealógico buscando ese mismo nombre y no lo encontré. Llamé a mis papás y a mis abuelos. "Pero claro, es el nieto de Cristobal Echenique I, mi mejor amigo", me dice mi abuelo.Esta debe ser la única familia que generación tras generación le ponen los mismos nombres... no cambian. No me queda nada más que conocer "al primo", pienso sin ganas.Quién me hubiera advertido lo que esto traería como consecuencia. Empezamos hablando por msn, después mensajes por aquí y por allá, pero sinceramente yo estaba en otra. Venía saliendo de una relación que me había agotado emocionalmente y "empezar algo" estaba lejos de mis planes. La Jose, por su lado, ya había despachado a mi primo hace tiempo y seguía pegada con el estudiante de medicina que creía que cuando quería podía robarle un par de besos.Pasaron tres meses y mi relación con Cristobal se remitía sólo a un saludo virtual, alguna llamada de "vez en mes", como dice Arjona y un mensaje familiaroide. Hasta que decidimos conocernos.Pasó a buscarme a las 21.00 horas y mientras salía de la casa vi a MI PRIMO. La Jose tenía razón, qué tipo más buen mozo, simpático, inteligente... cómo me había demorado tanto en conocerlo.El flechazo fue inmediato. Después de quedarnos conversando más de cuatro horas en un pub en Vitacura, fuimos hasta la casa de una amiga de él. Nuestras miradas iban y venían, al igual que el roce de nuestras manos.En un momento, una señal del más allá. "CRISTOBAL, NUESTROS BISABUELOS ERAN HERMANOS". Nos reímos. Disfruto estando con él... y no es común que me pase tan rápido. Sólo en dos ocasiones ha sucedido que de inmediato me sienta atraída de esa manera.¿Qué hago? fue mi gran pregunta durante la semana, ¿volverá a llamar? Y sí, lo hizo. El miércoles en medio de un cumpleaños, me llega un mensaje:Pastora, y si nos vemos el sábado? ENCANTADA!!! contesto enseguida.Ese sábado conocí a algunos de sus amigos y el beso no se hizo esperar. Desde ahí que estamos juntos, y aunque estoy segura de que nuestros antepasados se están revolcando en su tumba... él me hace feliz. Llevamos dos semanas y ya conocí a su familia, a su mundo, que es muy parecido al mío (qué irónico).El sábado viene a almorzar con mi familia... va a conocer a mis papás y mis hermanos. ¿Nerviosa? En lo absoluto...Veremos qué sucede con esta historia... porque después de haber dado tantas vueltas en los últimos meses (el regreso de mi ex a mi vida, el affaire con un hombre 16 años mayor que yo y Cristobal), siento que estoy construyendo algo serio... que me hace bien y que limpia mis heridas.Sí, es cierto. Aún tengo 19 años. Pero casi dos décadas no son poca cosa en la vida de una mujer.